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Dos casos

La enfermedad de la “orina negra” puede estar relacionada con el consumo de mariscos

Ministerio advierte contra el consumo de productos sin el sello de inspección

• Actualizado

Agencia Brasil

por Agencia Brasil

Foto: José Cruz/Agencia Brasil
Foto: José Cruz/Agencia Brasil

El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa) difundió una nota en la que advierte sobre una posible relación entre casos de La enfermedad de la mitad, conocida como “orina negra”, observado este año en Brasil, y el consumo de pescados, mariscos y crustáceos sin el sello de los organismos oficiales de inspección.

Según el ministerio, todos los casos reportados y bajo investigación están siendo monitoreados por epidemiólogos del Ministerio de Salud, en cooperación con los Laboratorios Federales de Defensa Agrícola (LFDA) y el Instituto Federal de Santa Catarina (IFSC).

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La enfermedad de Haff se presenta como síntomas de rigidez muscular a menudo asociados con la aparición de orina oscura, que resulta de una insuficiencia renal. Constituye un tipo de rabdomiólisis, nombre que se le da a un síndrome que genera la destrucción de las fibras del músculo esquelético y libera elementos del interior de las fibras -como electrolitos, mioglobinas y proteínas- a la sangre.

La nota de Mapa informa que los primeros signos y síntomas pueden aparecer dentro de las 24 horas posteriores al consumo de pescado cocido, cangrejos de río y otros mariscos contaminados. “La enfermedad se considera emergente y, al desconocerse su origen, se clasifica como evento de salud pública (ESP), considerándose de notificación obligatoria”, señala la nota.

También según el ministerio, los primeros casos de enfermedad de Half registrados en Brasil se produjeron en 2008, originados en especies de agua dulce como pacu (Mylossoma spp), tambaqui (Colossoma macropomum) y pirapitinga (Piaractus brachypomus), así como en peces de agua salada. como la arabaiana/ojo de buey (Seriola spp.) y el merlán (Mycteroperca spp).

También se registraron casos en 2016 y ahora en 2021. Ante la situación, Mapa aconseja a la población tener cuidado a la hora de comprar pescado, en general. “Los pescados, mariscos y crustáceos vendidos deben llevar el sello de los organismos oficiales de control”, advierte el ministerio, informando que los productos identificados por el sello de control en el etiquetado permiten la trazabilidad de su origen, lo que los hace seguros.

La dificultad para identificar el material contaminado radica en que la toxina que lo provoca no tiene un sabor ni un olor específico, lo que hace más compleja su percepción. En informes registrados a lo largo de los años, las personas que padecían la enfermedad comían diferentes tipos de peces, como salmón, pacu-manteiga, pirapitinga, tambaqui, y de diferentes familias como Cambaridae y Parastacidae.

“La LFDA y el IFSC están llevando a cabo investigaciones sobre los posibles agentes causales, basándose en muestras recolectadas de los alimentos consumidos, así como en material biológico de los propios pacientes afectados. Como ha sido registrado en diferentes biomas (ríos, lagos, mares, etc.) y especies, no es posible, hasta la fecha, determinar, a partir de los casos analizados, los ambientes y animales involucrados”, informa la nota.

Según Mapa, se realizaron búsquedas de muestras en busca de “moléculas sospechosas”, especialmente de grupos donde es más probable encontrar toxinas que causan la enfermedad de Haff. En este caso, “moléculas análogas que pueden ser producidas por microalgas tóxicas”.

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