“Morí porque soy violador”: investigan a facción criminal tras ejecución

Miguel Ângelo da Silva Moreira, de 35 años, fue encontrado muerto dentro de su casa con marcas de cuchillo en el cuello y una nota junto a su cuerpo: “Morí porque soy un violador”. El crimen ocurrió en Pedra Preta, a 245 kilómetros de Cuiabá, el 21 de marzo de 2025. Según la Policía Civil, la ejecución fue ordenada por una facción criminal, luego de que Miguel fuera acusado de abusar de su propia hija de 13 años.

Además del asesinato, los tres hijos de la víctima, de 8, 11 y 13 años, desaparecieron el día del crimen. Un vecino se dio cuenta de que los niños, que habitualmente jugaban en la calle, no habían aparecido ese día. Al entrar a la casa, encontró a Miguel muerto y llamó a la policía.

El martes (15), la Policía Civil lanzó la Operación Tribunal, que resultó en la detención de los implicados en el asesinato y secuestro de los niños. La acción es parte de la Operación Interpartes, una iniciativa del Gobierno del Estado para combatir el avance de las facciones criminales en el interior de Mato Grosso.

Según el delegado Edelviges Felipe Oliveira Neto, los hijos de Miguel fueron secuestrados la noche anterior al crimen y llevados a la ciudad de Rondonópolis. Allí fueron retenidos en una prisión privada con una mujer de 32 años, quien luego entregó a los niños a su madre.

Durante el operativo fue detenida esta mujer por tráfico de drogas. En su casa, la policía encontró un coche utilizado para transportar a los niños, porciones de marihuana, una balanza de precisión, R$ 194,50 en efectivo, dos cuadernos con anotaciones sobre tráfico de drogas y tres teléfonos celulares.

El sospechoso del asesinato, un hombre de 29 años, también fue arrestado el mismo día. Confesó el crimen y dijo que actuó por órdenes de la facción criminal, tras la denuncia de abusos contra la hija de la víctima.

La Policía Civil continúa investigando el caso y busca identificar a otras posibles personas involucradas en la ejecución y secuestro de los niños.

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